Se detectaron diversos niveles de radiactividad en las plantas de tratamiento de aguas de Tokio y 5 prefecturas japonesas. El nivel de radiactividad causado por el isótopo de yodo radiactivo 131 superó el nivel de seguridad fijado para bebés en 18 plantas depuradoras de Japón.
Los gobiernos de Tokio, Fukushima, Ibaraki, Chiba, Saitama y Tochigi informaron que se habían detectado niveles de radiactividad superiores a 100 becquerelios de yodo 131 por litro de agua, el nivel máximo permitido para niños menores de 12 meses. No obstante, el agua es apta para el consumo de niños mayores de 12 meses y adultos, ya que el nivel de radiactividad no supera los 300 becquerelios por litro, el nivel máximo permitido.
Kentaro Murano, profesor de la Universidad Hosei y experto en la contaminación de la atmósfera, afirmó que es muy difícil predecir la propagación de las sustancias radiactivas debido a que en esta época del año, los vientos soplan en todas direcciones, añadiendo que la gente no debería reaccionar más allá de la cuenta cuando se detectan pequeños cambios en los niveles de radiactividad del aire.
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